La elección presidencial del 14 de junio en Irán tiene decenas de candidatos. Están los delfines del presidente Mahmud Ahmadinejad que no puede presentarse a la reelección; los del Líder Supremo y árbitro final de todas las cuestiones en el país, Ali Khamenei; y los “progresistas” encabezados por el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani. Pero también una poderosa candidata virtual, Zahra, el personaje ficticio de una famoso comic que lucha por los derechos humanos y es el símbolo de los millones de iraníes que se oponen al régimen de los ayatollahs. Todos los candidatos reales que se inscribieron hasta ayer en Teherán deben pasar por el tamiz del Consejo de los Guardianes, una comisión de conservadores que en las elecciones anteriores de 2009 eligieron apenas cuatro nombres de entre 500 candidatos. Zahra, en cambio, ya comenzó su campaña organizada por Amir Soltani, el autor del best seller “Zahra’s Paradise” y la ONG Unidos por Irán. Muchos jóvenes que apoyaron la “Revolución Verde” de las protestas contra el fraude en 2009, exhiben en las calles de Teherán camisetas con la consigna“Zahra for presidente-2013”. “Zahra representa el dolor de todos los iraníes y la esperanza de cambio”, explica Soltani desde California. El personaje es una madre que busca a su hijo, Mehdi, desaparecido por el régimen. También detrás de esta candidatura virtual está el movimiento de los reformistas que llaman a un boicot a los comicios hasta que no liberen a los 500 presos políticos que participaron de las protestas de la Revolución Verde, entre ellos los entonces candidatos presidenciales Musavi y Karrubi. En tanto, se especula con los nombres que van a enfrentarse en la realidad. Y ahí aparece el delfín de Ahmadinejad, su consuegro Esfandiar Mashaei, ambos enfrentados en los últimos dos años con los ayatollahs, el ex presidente Rafsanjani, que ahora representa a los “reformistas” después de que el otro ex presidente Seyyed Jatami se retirara de la carrera, y el “favorito” que tenga definitivamente el apoyo del Gran Ayatollah. Cualquiera de ellos se encontrará con la realidad nada virtual de una economía devastada. To read the original article, click here.